La anestesia bucodental es un tipo de anestesia local que:

•  persigue anular o minimizar cualquier posible dolor por la intervención terapéutica y 

•  se realiza mediante la inyección de una sustancia con ese efecto (anestésico local) en la zona tratada o en la proximidad de los nervios que reciben la sensibilidad de dicha zona.

La insensibilización es pasajera (de 30 minutos a 3 horas, según el lugar, la técnica y el anestésico utilizado) y se percibe como «hormigueo» o hinchazón (aunque ésta no exista) que puede afectar a zonas vecinas. Al mismo tiempo que la insensibilización, se produce una paralización temporal de los músculos periorales (de los alrededores de la boca) alcanzados por la anestesia, por lo que se puede provocar una pequeña asimetría facial, también transitoria.

La anestesia bucodental es un procedimiento muy seguro con las soluciones anestésicas modernas. Sin embargo, para prever y prevenir efectos indeseados, es fundamental que nos advierta :

•  de cualquier alergia que tenga o sospeche tener,

•  de cualquier enfermedad que usted padezca (hipertensión, diabetes, etc.),

•  si experimenta mareos frecuentemente y

•  de los medicamentos que esté tomando (incluidos analgésicos y otros de uso común).

 

Los inconvenientes más frecuentes son:

•  Heridas por mordedura de las zonas insensibilizadas (lengua, labios, mejillas). Para prevenirlas, evite masticar y mordisquearse en la zona hasta que haya pasado el efecto de la anestesia.

•  Daños por la aguja en vasos sanguíneos, nervios, músculos, etc . durante el proceso de inyección. Suelen ser leves y como mucho provocar pequeños hematomas («moratones»), un ligero dolorimiento en el lugar de la inyección, o anestesia o parestesias (sensaciones extrañas) en la zona inervada por el nervio herido durante algunas semanas.

•  Son relativamente frecuentes los mareos, bien por la ansiedad (casi siempre inevitable), bien por disminución de la tensión arterial. Si le ocurren, debe comunicárnoslo tan pronto se produzca para adoptar las medidas correctoras oportunas y evitarle tan incómoda sensación.

•  Más rara es la producción de una parálisis facial transitoria (de unas horas de duración), por infiltración con el anestésico de la glándula parótida (que está atravesada por el nervio facial), que puede ocurrir durante la anestesia de los dientes inferiores en personas con una mandíbula corta.

 

Las complicaciones más graves son excepcionales:

•  Algunas personas pueden tener hipersensibilidad (alergia) al anestésico o a alguna otra sustancia presente en la solución anestésica sin saberlo. En este caso la intervención del profesional podría tener que ser agresiva e incluso requerir ingreso hospitalario.

•  Aunque es absolutamente excepcional, debe saber que un movimiento brusco de la cabeza podría producir una rotura de la aguja, que no siempre puede retirarse sin causar daños colaterales por las heridas que hay que infligir en la zona hasta localizar el fragmento (aunque dejarlo sin extraer suele ser perfectamente tolerado): Por ello interesa especialmente que procure no moverse, por lo menos bruscamente, durante la inyección.


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