Las vacaciones ya han comenzado para muchos y, con ellas, el necesario y beneficioso cambio de hábitos para “recargar pilas”. Sin embargo, la modificación de la rutina también conlleva el descuido de algunas costumbres que deberían mantenerse todos los días del año. Por ejemplo, al pasar más tiempo en la calle, comer fuera de casa y consumir más productos menos saludables, el cuidado de la salud bucodental puede complicarse. Para evitar que la salud oral empeore durante el verano, el Consejo General de Dentistas y el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante ofrecen ocho claves: 

 

1. Mantener una buena hidratación. El primer signo de deshidratación es la sensación de boca seca. Para contrarrestar la pérdida de líquidos producida por la sudoración, es necesario beber al menos dos litros de agua al día. Mantener la boca hidratada es fundamental para evitar caries y otras posibles enfermedades bucodentales. La saliva es clave en este sentido.

 

2. Seguir una dieta saludable. Aunque durante estos días se coma fuera de casa, hay que intentar alimentarse de una forma sana, consumiendo fruta, verduras, pescados y aceite de oliva, evitando los alimentos procesados y las grasas. Además, se debe evitar el alcohol y el tabaco.

 

3.  Limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas. En la época estival se ingieren más bebidas carbonatadas, helados y granizados. Estos alimentos elevan los niveles de ácidos que dañan el esmalte, favoreciendo la aparición de caries.

 

4. Usar protectores bucales si se realiza deporte. En vacaciones es cuando más traumatismos se producen -tanto en niños como en adultos- en la boca y dientes, debido a que se practica más ejercicio físico al aire libre. Es recomendable utilizar un protector bucal si se realizan actividades de contacto. En caso de fractura dental, hay que conservar el diente en suero salino, agua o leche, y acudir inmediatamente a un dentista para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado.

 

5. Cuidar la higiene bucodental. Aunque sea más complicado por el cambio de rutina, hay que cepillarse los dientes, al menos, 2 veces al día (durante 2 minutos cada vez) con pasta fluorada y usar seda o cepillo interdental por la noche. Debido a que seguimos en pandemia por Covid-19, es imprescindible cuidar el cepillo de dientes, lavarse bien las manos antes y después de usarlo, limpiarlo, desinfectarlo, secarlo, mantenerlo protegido en su capuchón, no compartirlo y no almacenarlo junto a otros cepillos.

 

Si no es posible cepillarse los dientes, la mejor opción es mascar chicle sin azúcar con xilitol durante 20 minutos, ya que produce saliva y ayuda a la limpieza, pero hay que recordar que ningún chicle o alimento, por muy sano que sea, sustituye al cepillado.

 

6. No descuidar los tratamientos. Si se utilizan las férulas de descarga para el bruxismo o de ortodoncia, se deben seguir usando las horas que haya recomendado el dentista. No debemos descansar de los tratamientos prescritos por el profesional sanitario pese a estar en verano. Los dientes, nuestra salud bucodental, no tiene vacaciones.

 

7. Proteger los labios. Hay que protegerlos de los efectos del sol con un fotoprotector adecuado para evitar que se quemen, al igual que se protege el resto del cuerpo.

 

8. Aprovechar para visitar al dentista. Durante el invierno, se tiene menos tiempo para ir al dentista. Aprovechando las vacaciones, se puede destinar una hora para ir a revisión. Un buen chequeo general para toda la familia evitará dolores, complicaciones y gastos en un futuro. Siempre es mejor prevenir. 

 

 


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