Endodoncia
Concepto de Endodoncia
Endodoncia es el conjunto de posibles tratamientos de la patología de la pulpa o “nervio” de los dientes. Estos tratamientos pueden ser:
• protección pulpar (una especie de obturación o “empaste” provisional que pretende la recuperación conservadora de los daños pulpares todavía no irreversibles),
• recubrimiento pulpar (un aislamiento medicamentoso debajo de las obturaciones o empastes cuando la pulpa o “nervio” ha quedado expuesto al aire durante la eliminación de la caries),
• pulpotomía (eliminación parcial superficial de la pulpa, seguida de una cobertura de la herida a la entrada de la raíz con sustancias medicamentosas),
• pulpectomía (eliminación total de dicha pulpa, tanto si es vital – biopulpectomía – como si está gangrenada – necropulpectomía –), seguida por una desinfección, instrumentación y relleno u obturación del sistema cavitario intradentario donde se encontraba dicha pulpa ( conductoterapia ). Por costumbre, aunque impropiamente, suele llamarse “endodoncia” a la conductoterapia (cuya realización supone una previa pulpectomía ), y así lo haremos a lo largo de esta información. Puede ser realizada mediante distintos procedimientos (manuales y/o mecánicos) y diversos materiales y técnicas de sellado o relleno.
Finalidad
La finalidad del tratamiento conductoterápico es poder conservar funcionalmente un diente cuya pulpa está irreversiblemente dañada; de otro modo, debería ser extraído para eliminar el dolor y/o la infección del diente, del hueso y de los tejidos perirradiculares.
Procedimiento de la endodoncia (conductoterapia)
Pulpa dental dañada por una caries profunda.
Se extrae la pulpa y se limpian los conductos radiculares antes del rellenarlos.
La cámara se rellena y se sella.
Casi siempre bajo anestesia (salvo cuando la pulpa está gangrenada) y con controles radiográficos sucesivos, se abre acceso a la cavidad donde se aloja la pulpa o «nervio» mediante fresado del diente. Luego se cateterizan los conductillos de las raíces, se vacían de contenidos orgánicos y de restos podridos, se dilatan mediante instrumentos apropiados (limas, escariadores), se desinfectan y se rellenan con un material especial (gutapercha) hasta un lugar situado junto al extremo de las raíces.
Limitaciones
La conductoterapia constituye un tratamiento parcialmente mutilador del diente, que, aun logrando salvarlo y evitar su extracción, siempre deja unas ciertas secuelas irreversibles; viene a ser como la amputación de una pierna gangrenada, que permite salvar la vida, pero también deja irremisiblemente una mutilación. Estas secuelas son, principalmente:
• fragilidad y mayor riesgo de fractura,
• un cierto cambio en la tonalidad y traslucidez del diente, y,
• en ocasiones, una pequeña fibrosis periapical (cicatriz radiotransparente en la punta de la raíz), que asemejando radiográficamente la existencia de una periodontitis apical crónica (inflamación permanente en la punta de la raíz).
También hay circunstancias y complicaciones para la ejecución del tratamiento que, sin ser responsabilidad del dentista, pueden imposibilitar la finalidad perseguida, como:
• la existencia de calcificaciones dentro de los conductos o de anatomía complejas de los mismos (bifurcaciones, grandes curvaturas, estrechez ínfima), que a veces impiden su adecuada instrumentación, desinfección y relleno. En caso de producirse cualquiera de estas situaciones sería usted convenientemente informado.
• la existencia de conductos situados en posición anormal y tan estrechos que podrían pasar inadvertidos y quedar sin tratar (en este caso suelen continuar las molestias, que nos debe Vd. consultar para intentar buscar y solucionar la causa);
• siempre que se endodoncia un diente con una infección alrededor de la raíz, cabe la posibilidad de que no produzca su curación total y la infección cronifique debido a causas variadas que pueden no llegar a conocerse. En estos casos se puede precisar la realización de una apicectomía (técnica quirúrgica para llegar a la infección desde la encía).
• Los dientes endodonciados son más débiles, porque al faltarles la sangre de su interior, se deshidratan y tornan quebradizos, por lo que pueden generarse grietas inicialmente imperceptibles en la corona y/o en la raíz por donde finalmente surge una fractura. A este debilitamiento contribuye también la cavidad que hay que hacer en él para endodonciarlo.
• Las diversas modalidades de tratamiento endodóntico no incluyen la reconstrucción o restauración del diente, que deberá realizarse posteriormente, como tratamiento aparte; admite diversas alternativas (principalmente, obturación –empaste–, o refuerzos intrarradiculares y corona protésica), con ofrecen diferente resistencia a las fuerzas masticatorias.
• La existencia de una endodoncia no previene que ese diente padezca caries, enfermedad periodontal, o cualquier otra afección dentaria, que son patología distinta y ajena a la conductoterapia.
Expectativas infundadas frecuentes
• En la endodoncia, como en cualquier tratamiento odontológico, no existe «garantía de por vida». En condiciones normales, el éxito es del orden del 80 % (algo menor en los dientes infectados o en los que tienen anormalidades anatómicas).
• Si la endodoncia no produce la curación deseada, puede estar indicada la repetición del tratamiento conductoterápico o complementarlo con un tratamiento quirúrgico (apicectomía). En estos casos, las expectativas de éxito descienden a dos tercios de los casos. De no lograrse tampoco la curación, la indicación odontológica es la extracción (exodoncia).
• Los implantes están permitiendo restituir con prótesis fija muchos dientes que hasta hace poco tiempo no se podían reemplazar de esta manera, pero la endodoncia persigue la conservación del diente natural y mantenerlo funcionalmente.
Contraindicaciones y Advertencias importantes
• Si tiene, o cree tener, alergia al látex debe advertírnoslo porque tanto la mayoría de los guantes como los diques de goma (unas membranas para aislar el campo operatorio y proteger las partes blandas de la boca) lo contienen.
• Si ha tenido, o cree tener, alergia o algún tipo de intolerancia o reacción anormal a los anestésicos locales o a los vasoconstrictores, debe hacérnoslo saber inmediatamente.
• Si tiene hipertensión o diabetes, no se olvide de indicárnoslo, ya que determinados componentes de los anestésicos locales (vasoconstrictores) pueden exacerbársela.
• Adviértanos si tiene Vd. alguna enfermedad cardíaca que aconseje hacer profilaxis frente a la endocarditis bacteriana (fiebre reumática, válvulas cardíacas artificiales, etc.).
• Si es Vd. portador de marcapasos cardiaco , adviértanoslo, porque está contraindicado el uso los aparatos de ultrasonidos utilizados a veces en este tratamiento
Riesgos probables en condiciones normales
• En primer lugar, recordaremos los derivados de la anestesia local, ya comentados.
• Con frecuencia los materiales de corte y sujeción del dique de goma pueden provocar pequeñas lesiones en la zona del diente tratado. Suelen ser leves y se resuelven en unos días.
• Es posible, aunque poco frecuente, que en conductos muy irregulares y estrechos se fracture accidentalmente algún instrumento, que a veces no se puede retirar de su interior e impide la correcta obturación de la raíz. En tal caso sería Vd. informado del suceso.
• Con mucha frecuencia, tras una endodoncia correcta se producen molestias en la zona tratada. A veces se tiene la sensación de que el diente ha “aumentado de altura”; en ocasiones hay dolor espontáneo e incluso se puede producir una inflamación de la zona. También puede ocurrir una sensación de hormigueo o adormecimiento temporal, que por lo común se resuelven espontáneamente. Todos estos hechos se producen por la manipulación mecánica en tejidos vivos que implica la endodoncia y no está en relación con la calidad técnica del tratamiento realizado. Le indicaremos qué medidas debe adoptar y qué medicación tomar según su caso concreto.
Circunstancias particulares del paciente y riesgos relacionados con ellas
• En caso de limitaciones en la apertura bucal, la instrumentación está dificultada, de lo que puede dificultar y enlentecer el procedimiento, y dar lugar a un dolor postoperatorio en las articulaciones témporo-mandibulares (delante de las orejas) y empeoramiento de la limitación de dicha apertura durante una a dos semanas.
• En caso de padecer dificultades respiratorias nasales o una gran aprensión psicológica que imposibilite el uso del el dique de goma, se corre cierto riesgo de tragar o aspirar los pequeños instrumentos o materiales que pudieran caerle en la boca.
• En la endodoncia de un diente que lleva una corona protésica de porcelana, al tener que perforarla para acceder a la cavidad pulpar puede ocurrir que dicho material se fracture o descascarille.
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